FORTALEZA

478. Duro de pelar «Soportaré pacientemente los insultos como el elefante las flechas, pues hay en el mundo mucha crueldad». DHAMMAPADA

479. Río crecido «La fortaleza entraña un tesón y un vigor mentales que nos permiten hacer y sufrir lo que haga falta. Se crece contra los obstáculos, y es como el río, que se hincha más cuando le cortan el paso». JEREMY COLLIER (1650-1726), INGLATERRA

480. Esgrima «Deberíamos parar las estocadas de los sufrimientos mentales y atacarlas con la misma dureza que si estuviéramos luchando a espada contra un diestro enemigo». SANTIDEVA (SIGLO VIII), INDIA   

481. Las cosas por su nombre «La vejez no es para blandengues». BETTE DAVIS (1908-1989)

482. Corazón valiente «Ser valiente es saber de qué no tener miedo». PLATÓN (H. 427-H. 347 A.C.), GRECIA

483. No te dejes engañar «El miedo es todo lo profundo que le deje ser la mente». REFRÁN JAPONES

484. Como el camello «Como el camello soporta su tarea, y el calor, y la sed, por los desiertos de arena, sin desfallecer, la fortaleza del hombre le sostiene a través de todos los peligros». JOHN RUSKIN (1819-1900), INGLATERRA

485. Navegando «Hagas lo que hagas necesitarás valor. Tomes el rumbo que tomes, siempre hay alguien que te dice que te equivocas». RALPH WALDO EMERSON (1803-1882), ESTADOS UNIDOS

486. Firme en su sitio «Al igual que el viento no echa abajo las montañas, tampoco la tentación derriba a quien vive sin buscar el placer y a quien es moderado, fiel y fuerte». DHAMMAPADA

487. Solidez «La valentía es estabilidad, pero no de piernas ni de brazos, sino de coraje y alma». MICHEL DE MONTAIGNE (1533-1592), FRANCIA

488. Oro de ley «Las pruebas purifican el oro quemando la escoria». YALALUDDIN RUMI (1207-1273), PERSIA

489. Lo que enseña el sufrimiento «¡Pocas veces parece la causa de la felicidad, y muchas son las semillas del sufrimiento! Y sin embargo, si no siendo dolor nunca ansiaré la libertad. Por eso, ¡oh mente mía, sé firme!». SANTIDEVA (SIGLO VIII), INDIA

490. Máxima clásica «Fortis fortuna adiuvat. (La fortuna ayuda a los valientes)». TERENCIO (H. 190-159 A.C.), ROMA

491. Acepta la vida y la muerte «Cuando el niño está en el útero, no sabe qué pasará después del nacimiento. Tiene que nacer para vivir. Yo estoy aquí para aprender a ver la muerte como mi nacimiento». THOMAS MERTON (1915-1968), ESTADOS UNIDOS

492. Aceptación «La aceptación de lo ocurrido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier infortunio». WILLIAN JAMES (1842-1910), ESTADOS UNIDOS

493. El hombre dueño de sí mismo «La verdadera fortaleza es ser serenamente dueño de uno mismo». JOHN LOCKE (1632-1704), INGLATERRA

494. Viendo las cosas por su lado bueno «El hombre ideal sobrelleva los accidentes de la vida con dignidad y elegancia, sacando el máximo partido de las circunstancias». JOSEPH ADDISON (1672-1719), INGLATERRA

495. La mayor virtud «El valor se considera la mayor de todas las virtudes porque sin ella ningún hombre tiene la seguridad de conservar las demás». SAMUEL JOHNSON (1709-1784), INGLATERRA

496. Tenía que pasar «Nada ocurre a ningún hombre que su naturaleza no pueda soportar». MARCO AURELIO (121-180), ROMA

497. Punto crítico «El valor no es solo una de las virtudes, sino la forma de todas las virtudes en el punto crítico, que significa el de la máxima realidad». C.S. LEWIS (1898-1963), INGLATERRA

498. ¿DE VERAS? El maestro zen Hakuin era honrado por sus vecinos como hombre de vida pura. Un día se descubrió que una joven hermosa que vivía cerca de él estaba embarazada, y sus padres se enfadaron mucho. Al principio ella se negaba a revelar quien era el padre, pero al final, dio el nombre de Hakuin. Sus padres acusaron al maestro, que sin embargo se limito a decir: "¿De veras?". Cuando nació el bebé, se lo llevaron a Hakuin, que le cuidó lo mejor que pudo. La leche, y todas las demás necesidades del pequeño, las conseguía de sus vecinos. Un año después, la joven dijo la verdad a sus padres: que en realidad el niño era hijo de un joven que trabajaba en el mercado de pescado. Los padres de la chica pidieron disculpas a Hakuin, pero lo único que dijo el maestro fue: "¿De veras? Pues llevaos el niño a casa y cuidadle mucho"